La finestra

Friday, April 07, 2006

el hombre estaba contento. iba a cobrar su nomina al banco, y para ello cogió el metro como hacia cada dia que iba a la ciudad. tras cinco minutos de espera, la maquina se fue acercando, vaciando el aire de su plano fijo. el hombre pensó en que gastaria el dinero. una cena con su mujer no estaria mal; hacia tiempo que no salian juntos. el tedio del trabajo habia acabado debilitando la pasion de los primeros meses. pero este sueldo cambiaria las cosas. a lo mejor podrian incluso realizar un viaje. el gusano metalico se fue deteniendo mientras se acercaba a la estación. una tele nueva tampoco estaria mal. la vieja ya estaba maltrecha despues de tantos servicios prestados despues de la jornada laboral. incluso una joya animaria a su mujer. por un momento, al hombre se le paso por la cabeza gastarselo en aquella camara de fotos que habia visto en el escaparate de la vieja tienda que habia frente a su puesto de trabajo. no, nada de egoismo. empezar desde cero. tal vez un vestido, o incluso un juego de ropa interior. el tren avanzaba deprisa.60,70,80,90...ya lo tenia: un crucero por el báltico.
la curva ,demasiado cerrada, no respetó las leyes de la gravedad.un seguro de vida, hubiese sido lo mejor.

Insustancial, me paseo por mi ciudad visitando calles que mes son ajenas. Todo el valor que tenian, si lo tenian, ya lo perdieron. Vacio, recorro paso a paso el camino que antes me daba la felicidad, si alguna vez me la dio. Errante, cuento el tiempo que queda para que esta pesadilla acabe, si alguna vez acaba. Frustrado, imagino el devenir del futuro, si este se atreve a visitarme. Convaleciente, de un amor imposible que minó mi moral, si alguna vez la tuve alta. Perdido, sin rumbo aparente que me indique el sendero. Cansado, se vivir una patraña, un sin sentido, una farsa que se acaba